Parroquia de Medjugorje
Medjugorje, el pueblo elegido
En 1981, debido al inicio de las apariciones, la vida de la parroquia cambió. La Virgen ha elegido, además de los seis videntes, a toda la parroquia de Medjugorje y a los peregrinos para que sean sus testigos y colaboradores. Esto está particularmente explicitado en el siguiente mensaje: “He elegido muy particularmente a esta parroquia, pues deseo guiarla”. (1 de marzo de 1984) Atraído por las apariciones y por la llamada de la Virgen, el pueblo – los parroquianos en primer lugar, posteriormente la gente de los alrededores y finalmente gente del mundo entero – comenzó a reunirse allí y a orar. Desde el inicio de las apariciones comenzaron las persecuciones a los videntes, a sus padres y sus familias, a los parroquianos, a los sacerdotes e, incluso, a los peregrinos.
Los videntes fueron llevados para ser interrogados por la policía y para ser sometidos a exámenes psiquiátricos; siempre resultaron gozar de buena salud. Hecho igualmente confirmado por exámenes que les fueron practicados en los años subsiguientes. El padre Jozo Zovko, que era entonces el párroco, fue arre tado al mes y medio de las primeras apa- riciones.
Un tribunal comunista condenó a este hombre inocente a ir a la cárcel. Gracias a las apariciones de la Virgen, Medjugorje una parroquia rural ordinaria se transformó en un lugar que congrega a multitud de peregrinos venidos de todas partes del mundo (cada año es visitado por mas de dos millones y medio de peregrinos), y por tanto, en uno de los mayores centros de oración del mundo, comparable con Lourdes y Fátima.
Incontables testimonios de peregrinos atestiguan que precisamente en este lugar han encontrado la fe y la paz. Según el testimonio unánime de los videntes, la Virgen les da mensajes para ser transmitidos a la parroquia y al mundo. Tratan principalmente sobre la PAZ, la FE, la CONVERSION, la ORACION y el AYUNO.
Los parroquianos y los peregrinos deben primero convertirse en testigos de las apariciones y de los mensajes, para después, junto con los videntes, colaborar con la Reina de la Paz para el cumplimiento de su plan: la conversión del mundo y su reconciliación con Dios.
