Mensaje, 25. julio 2008
Mensaje del 25 de julio de 2008 “¡Queridos hijos! En este tiempo, en que piensan en el descanso del cuerpo, yo los llamo a la conversión. Oren y trabajen de modo que su corazón anhele a Dios Creador, quien es el verdadero descanso de su alma y de su cuerpo. Que El les muestre su rostro y les done su paz. Yo estoy con ustedes e intercedo ante Dios por cada uno de ustedes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”